EZEIZA: LA VERDAD DETRÁS DE LA MASACRE
Que un relato se convierta en un vuelo directo sin escalas al pasado o permita imaginar a la perfección un hecho sin haberlo vivido, es un claro índice de que se está ante una obra maestra. Ezeiza, del periodista Horacio Verbitsky, es un fiel ejemplo de ello.
Verbitsky demuestra página a página su verdad con la descripción de los hechos y las respectivas pruebas que acompañan casi todas las afirmaciones. Con ese fin, presenta 14 documentos que dejan en jaque a los verdaderos responsables de la masacre y resalta a través de ellos el contraste de lo que se dijo con lo que realmente pasó. Con las herramientas que avalan su relato, el autor se permite utilizar el recurso de la ironía y dejar clara su postura más de una vez a lo largo de las casi 300 páginas del libro: “¿Gases contra francotiradores que usan fusiles? Como militar, Osinde es un buen político. Su argumento sólo se explica porque sabía que en los árboles no había francotiradores enemigos”.
Ezeiza, que en sus orígenes fue un informe que recopilaba información y documentos obtenidos de diversas fuentes, logró ser un libro antes del golpe de estado de 1976, pero salió a la luz finalmente diez años después. La obra de Verbitsky destapó con su aparición una olla de mentiras y traiciones; de “culpables” que fueron inocentes y de “inocentes” que fueron culpables. El autor plantea desde un principio qué intenta demostrar a través de su relato: “Que la masacre fue premeditada para desplazar a Cámpora y copar el poder; que mientras unos montaron un operativo de guerra con miles de armas largas y automáticas, los otros marcharon con los palos de sus carteles, algunas cadenas, unos pocos revólveres y una sola ametralladora que no utilizaron; que el grueso de las víctimas se originó en este segundo grupo”.
El escritor describe con absoluta precisión cómo la derecha peronista protagonizada por el teniente coronel Jorge Manuel Osinde, José López Rega, los integrantes del CdeO, los del COR, Ciro Ahumada, José Ignacio Rucci, Juan Manuel Abal Medina y Norma Kennedy, montó el operativo de guerra que les permitió a todos sus integrantes salir ilesos y alcanzar el poder por medio de muertes, torturas y mentiras. Verbitsky detalla la organización escalofriante de esa emboscada en la que Montoneros, Juventud Peronista, FAR, entre otras agrupaciones, cayeron ingenuamente en la premeditada trampa.
El autor acompaña cada relato con las imágenes históricas que le aportan al texto una cuota más de credibilidad y realismo, y divide al relato en tres partes: preparativos, hechos y documentos, lo que permite una lectura cómoda y organizada.
Uno de los objetivos más relevantes de Verbitsky es dejar en claro al lector que la masacre de Ezeiza fue el antecedente de la violencia sin límites que se desataría años más tarde en la Argentina con la formación de la Alianza Anticomunista Argentina y la dictadura militar del 76; y demostrar que muchos de los responsables que se proclamaron inocentes de toda acusación, como López Rega, formaron parte de luego de los asesinatos a sangre fría llevados a cabo por la Triple A. “Ezeiza contiene en germen el gobierno de Isabel y López Rega, la AAA, el genocidio ejercido a partir del nuevo golpe militar (…)”.
Ezeiza permite unir los hilos de un tramado político que se originó antes de la masacre de aquel 20 de junio para entre otras cosas, desplazar a Cámpora del poder.Logra develar secretos, resolver intrigas y que el lector consiga tener un panorama amplio de lo que significó el enfrentamiento o lo que según Verbitsky, fue un “suplicio de indefensos”.
Ezeiza, es para el autor “la tentativa de aislar a las organizaciones revolucionarias del conjunto del pueblo, neutralizar al peronismo por medio de la confusión ideológica y el terror, y destruir toda forma de organización política de la clase obrera”. Y lo demuestra en cada una de sus páginas.