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lunes, 20 de septiembre de 2010

Syrah, un tinto con mayúscula


Las últimas noches frescas de este largo invierno, son ideales para apreciar este gustoso y vigoroso cepaje. Los vinos de variedad Syrah, suelen ser especiados y despiertan los sentidos. Cepa amada por los viticultores, pues es fácil de cultivar y poco vulnerable a las enfermedades.
Esta variedad que muchos se disputan, es originaria de Siracusa, Sicilia, aunque para otros llegó desde Persia. Los vinos más famosos de ésta denominación, son los de la región de Hermitage debido a su longevidad. Lo cierto es, que ésta uva tiene más de tres mil años de historia.
Mucho le debe el Syrah a la moda varietalista iniciada por los Napa Valley boys, fueron los que iniciadores de éste camino. Les abrieron las puertas a productores no tradicionales y sirvió para formar e incorporar nuevos mercados. Australia es un ejemplo de esta situación, que a fines de los setenta toma esta cepa como propia y la convierte en su varietal emblemático.
Después de Francia es Australia el país que más fama le ha dado al Syrah, se ha adaptado muy bien en estas tierras, dando buenos vinos varietales y bivarietales, con el Cabernet arman un dúo perfecto. En Argentina, en la provincia de Mendoza y en San Juan se producen buenos caldos de ésta, variedad.
Generalizando, los Syrah de San Juan son vinos de gran concentración, opulentos, en algunos casos superan los 14° de alcohol, de gran cuerpo, a veces dan sensación de dulzura en boca y al momento de servirlos es necesario dejarlos reposar un momento en la copa, sus aromas se abrirán. Los mendocinos son cuerpo medio y elegantes. Cuando Brascó habla de la “voluptuosidad del Syrah” se refiere a que estos vinos son muy vigorosos, sólidos, rotundos, tanto, que te enamoran.
Esta variedad a la vista presenta un color rojo oscuro, profundo casi similar al Malbec. En aromas se puede percibir, frutas rojas, negras, casis y cuando se los somete a la crianza en barrica aparece los ahumados, trufa, especies, cuero. En boca se abren a un montón de sensaciones, dejando un largo recuerdo. Por la acidez marcada es ideal para la crianza en madera y añejamiento en botella.
El Syrah es ideal para combinar con embutidos, carnes de pollo, pavo, quesos maduros, pastas con salsa rojas bien enjundiosas, carnes de caza (jabalí y ciervo) y obviamente cordero al horno, solo condimentada con un par de ajos y romero, será el casamiento perfecto para este vino.
Ana Papadópulos
anapapadopulos@gmail.com

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