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lunes, 1 de noviembre de 2010

Un clásico de la política




Operación Masacre, un libro clásico de la literatura argentina y del periodismo de investigación. Un hito del rechazo al ocultamiento y a la ignorancia














El libro Operación Masacre, del periodista y escritor Rodolfo Walsh, describe cronológicamente los hechos del 9 de julio de 1956, cuando la policía, en plena dictadura militar del general Aramburu, secuestró y fusiló a Nicolás Carranza, Francisco Gariboti, Vicente Rodríguez, Carlos Lizaso y Mario Brión, en un basural de José León Suárez. Las víctimas que lograron fugarse fueron: Juan Carlos Livraga, Miguel Ángel Giunta, Horacio Di Chiano, Juan Carlos Torres, Julio Troxler, Reinaldo Benavídez, Rogelio Díaz y Norberto Gavino. Los testimonios de los sobrevivientes impulsaron a Walsh a iniciar la investigación de ese caso, que culminó con un libro clásico de la literatura política argentina.

El 9 de junio de 1956 los generales Raúl Tanco y Juan José Valle se sublevaron mediante un contra-golpe militar a la dictadura de la llamada "Revolución Libertadora", pero fracasaron. En los basurales de José León Suárez fueron fusilados varios civiles, sospechados de ser cómplices de esa revuelta. Unos meses después, Walsh se enteró que había varios sobrevivientes de esa matanza.



Ésa es la historia que escribo en caliente y de un tirón”, dijo Walsh. En Operación Masacre, el escritor no dejó nada al azar, aparecen todos los datos: nombres, lugares, fechas, horarios, situaciones, documentos y los testimonios de todos los involucrados; las familias de las víctimas, los propios sobrevivientes y los encargados de los fusilamientos; que permiten reconstruir los hechos de aquella noche y la investigación periodística de Walsh.



Operación Masacre demuestra que sólo unos pocos de esos civiles estaban relacionados vagamente con el levantamiento, el resto desconocía el tema y fueron fusilados, o se intentó hacerlo, antes de que se dictara la ley marcial. “La Argentina libertadora y democrática de junio de 1956 no tuvo nada que envidiar al infierno nazi”, según escribió el propio Rodolfo Walsh, como razonamiento de su investigación, en un contexto social hostil y violento, porque Walsh no fue “un héroe de película, sino simplemente un hombre que se anima, y eso es más que un héroe de película”. Hasta la actualidad la masacre sigue impune.






Julio Troxler vuelve al lugar de los fusilamientos y revive esa noche




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