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Maravillas argentinas

CAPILLA DEL MONTE:

EL LUGAR SOÑADO

Esta ciudad ubicada en el Valle de la Punilla,al noroeste de la provincia de Córdoba, reúne las características indispensables que tiene que poseer un lugar para denominarlo paraíso: sierras, lagos, aventura, misterios y un excelente clima todo el año. En esta nota descubrirá porqué no puede dejar de conocer y disfrutar de tan imponentes paisajes y dejar esta ciudad como una asignatura pendiente en su vida.

Por Vanesa de Brito

Quién no visitó aun Capilla del Monte, no puede afirmar que conoce todos los paisajes maravillosos que la provincia de Córdoba ofrece.El placer que se siente al arribar a semejante paraíso, convierte a los 817 largos kilómetros que separan a Buenos Aires de la ciudad, en un efímero viaje hacia el disfrute.

Con un poco más de 15 mil habitantes y 425 años de edad, Capilla del Monte es el lugar perfecto para pasar las tan ansiadas vacaciones rodeados de naturaleza, aventura y paisajes extraordinarios. El famoso Cerro Uritorco, con sus 1979 metros de altura, forma parte de los majestuosos atributos de esta pequeña ciudad. No por mera casualidad fue declarado en el año 2008 como una de las Siete Maravillas Naturales de la provincia de Córdoba. Los miles y miles de turistas que llegan a la provincia cada año, no dejan de visitar el Cerro que los invita a realizar diversas actividades recreativas en todas las estaciones. El ascenso, por ejemplo, no sólo permite poder observar los diferentes valles que rodean el lugar o alcanzar un estado de adrenalina sin igual,sino que también brinda la posibilidad de renovar el aire que se respira, llenarse de paz y armonía.

Otra de las atracciones que logran transportar a otra dimensión a cualquier persona que la visite, es la semi reserva natural El zapato. Su nombre proviene de una inmensa roca que por años de erosión, alcanzó la forma que lleva su nombre. Este sitio mágico ofrece a los turistas un paisaje distinto: con poca vegetación, El Zapato fusiona naturalmente las inmensas e imponentes rocas con una gran altura que permite deleitarse con la vista maravillosa del dique El Cajón, como así también de los cerros Las gemelas, Obero y Uritorco.

En Capilla del Monte, no todo es observar y admirar. El turista, también puede disfrutar y ser parte del imponente paisaje realizando diferentes deportes y actividades. Y los hay para todos los gustos: mientras que algunos eligen largas caminatas para recorrer los sitios, otros prefieren hacerlo a caballo, en bicicletas o en camionetas 4x4. Para los más arriesgados, están las escaladas y rappel, que se realizan en paredones naturales de diversos grados de dificultad. La tirolesa, es un clásico pero sólo para aquellos valientes que se animen a lanzarse por un cable, con arneses asegurados, para llegar a alguna cumbre o torre, y experimentar la adrenalina en su versión más pura. Y por qué no,un poco de miedo.

La espeleología, o más conocida como turismo minero, consiste en visitar cuevas naturales modificadas por el hombre. Algunos prefieren entrar y salir mientras que otros, se animan a pasar la noche en carpa o a la intemperie. Y para los amantes del agua, se puede realizar también windsurf y canotaje en el Dique El Cajón, y disfrutar también al máximo de la naturaleza.

Para aquellos que necesitan refrescarse en verano y tomarse un placentero descanso, se encuentran a su entera disposición los diferentes balnearios que ofrece Capilla del Monte. Entre ellos se puede mencionar el Aguas azules, atravesado por un atractivo puente colgante, Águila Blanca, formado por las aguas tibias del río Dolores y La toma, ubicado en medio de un bosque de talas, quebrachos colorados e imponentes cascadas.

Cómo todo lugar, Capilla del Monte cuenta con su lado místico y misterioso. Los ovnis son parte de esta hermosa ciudad tanto o más que cualquier paisaje. Ninguno de sus habitantes se asombra cuando se menciona el tema. Es que los antecedentes históricos hablan por sí solos. Y las experiencias vividas refuerzan la leyenda. El Cerro Uritorco ya era considerado un lugar sagrado por sus primeros habitantes, los comechingones. Mientras que a principios del siglo XX varias personas confesaron haber visto luces o seres extraños con trajes brillantes, en 1986 varios testigos observaron un ovni que dejó una huella de 122 metros de largo por 64 de ancho en la sierra del Pajarillo. En la actualidad, el mito (casi una realidad para los habitantes de la Capilla) sigue vivo y suma “fieles” día a día.